El proceso de traducción, sea cual sea la combinación de idiomas a traducir y el campo de traducción, se compone de varias fases. En este artículo vamos a bordar la fase de documentación.
Una tarea muy importante en el proceso de traducción es la fase de documentación. La documentación de un proceso de traducción se complementa directamente con la formación de cualquier traductor pero nunca una labor de documentación debe sustituir o reemplazar la formación o experiencia del traductor.
La labor de documentación se desarrolla después de haber seleccionado al equipo de trabajo para un encargo de traducciones. Tanto los jefes de proyecto como los traductores y revisores deberán estar documentados específicamente de cada proyecto en el que intervienen. Esta labor la podemos llevar a cabo a través de libros especializados sobre el campo de trabajo, diccionarios especializados bilingües y monolingües, revistas, documentarnos a través de empresas, internet (hay que saber utilizar esta fuente para no cometer errores), etc…
La fase de documentación en proyectos repetidos de un mismo cliente no será tan pesada en las traducciones repetidas o venideras si en los primeros proyectos se recopila la información necesaria y se hace un buen estudio de lo que necesitamos para traducir un proyecto en concreto.
Como en todo en la traducción, las labores del principio serán críticas para que los procesos finales sean menos costosos.